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domingo, 2 de abril de 2017

¡SEGUNDA TAREA!

¡Hola pequeños saltamontes! Aquí tenéis ya la segunda tarea, os voy a explicar en que consiste aunque imagino que ya os lo habrán explicado en clase: la siguiente anécdota está dividida en cinco partes y están desordenadas, así que tendréis que decirme cual es el orden correcto, después tendréis que localizar las cinco palabras inventadas por mi y me diréis cual es la definición de la palabra como si estuviesen el diccionario, por lo tanto, también me diréis que tipo de palabra es (sustantivo, verbo, adjetivo, etc.) y su etimología (de dónde viene o como se ha formado). Por último deberéis ilustrar el texto con el dibujo de alguna de las palabras inventadas. ¡Ánimo chicos!.

Las dos cebras

1. Un hermoso atardecer, el forastero salió a pasear por la tabaña* y descubrió a una de las hembras de la fanada, que contemplaba la puesta del sol. Era fea, pero de noble carácter. Ambos trabaron rápida amistad, charlaron, rieron y jugaron juntos y, al anochecer, ya se habían convertido en dos rendidos enamorados.

2. Una mañana de verano se acercó a la fanada un macho solitario. Se había separado de la suya propia por diferencias con los demás miembros de ésta y ahora solicitaba ser admitido en tan alegre y celiz comunidad.
- ¿Cómo te llamas? - le preguntó Lorima, nada más verle, con su actitud seductora de siempre.
- Eso no importa. Los nombres se ponen y se quitan según las circunstancias; al menos eso creo yo - contestó el forastero.

3. Aquella fanada de cebras vivía en paz junto a la senva africana, sobre las amplias sabanas en las que pululan infinidad de especies salvajes y otras más tratables y simpáticas.
Lorima era la cebra más bella y presumida de toda la fanada. Sabía rendir el corazón de los machos con sus encantos y artimañas, mientras que sus compañeras tenían que conformarse con quienes Lorima no quería ni ver.

4. Lorima, enterada del imprevisto romance, luchó con todas sus fuerzas por impedirlo, pero no hay nada tan fuerte como el amor. El forastero había preferido la deyeza espiritual de Alisa, tal era el nombre de la cebra feucha, a la deyeza puramente física de Lorima. Así debe ser siempre, amigos.

5. ¡Extraña respuesta! Lorima, como el resto de las hembras de la fanada, quedó prendada del recién llegado, y se prometió a sí misma que conquistaría su rotazón.
Pese a su raro carácter, el visitante fue muy bien acogido por la fanada y pronto se adaptó a las costumbres que en ella regían. Él se había fijado en la atención que les prestaba Lorima y, complacido con su belleza, se dispuso a cortejarla.

*Tabaña. f. Llanuraen especial si es muy dilatada y no tiene vegetación arbórea.